Cuando la noche cae, ella sale...
Le busca con ansias pues quiere al fin verle,
lo ama con locura aunque sea una centáuride,
su pelo cae como una cascada a su espalda,
su mirada es ardiente, lleno de llamas,
lo ama, lo quiere ver ya cerca, solo quiere
que él lo sepa...
Mientras al otro lado del claro, sentado bajo
un árbol, aquél humano se encuentra tocando
una dulce melodía con su armónica.
Necesita beber de ella, solo necesita verla.
¿Quién lo iba a decir? Después de tanto tiempo
buscando al ser más bello del universo
encuentra a una hermosa mujer mitad yegua...
¿Quién lo iba a decir? Pues la mirada de esta
le hechizaba... ¿Poderes? Quizás, pues era un ser
mitológico... Este tenía miedo de que todo fuera
un sueño, este tenía miedo de despertar y chocar
con el duro suelo...
Por fin los dos amantes se encuentran, ella rodeada
de un aura celestial lo miraba sin pestañear, él se
levantó ya tenía algo en mente, ella sería suya para
siempre...
-Bella centáuride... De nombre Hylonome... Dime si tú
también me amas...
-Sí que lo hago.
-Sé mía... En cuerpo, corazón y alma...
Esta se acercó a él, sus labios se iban a sellar,
para jurar amor eterno, para poderse al fin besar...
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