Muchas veces, me sentí tan ignorada...
¿Sabes cuánto me dolía que la gente
se olvidara de mi existencia? ¿De lo
que quemaba sentirme sola e invisible?
Mis años en el colegio era así, una chica
menos que los demás. ¿Por qué? Porque
solo había racistas en mi clase... Porque
me odiaban demasiado y yo... Nunca
había hecho nada malo...Dolía tanto que me sentaba al final de la
clase para poder sentirme cómoda.
Me refugiaba en una coraza con miedo,
miedo a que ellos se rieran de mí
y me hicieran sufrir más de la cuenta...
Quizás yo no fuera como las chicas de mi
clase, mimadas y siempre bien vestidas.
No, yo iba como quería porque mis
padres no podían mimarme a mí...
Cosas de tener hermanos más pequeños.
Me dolía que me hicieran el vacío
y poca veces me hablaban...
Tan asustada estaba que miedo
destacar me daba.
Siempre resguardada y sin estudiar...
¿Por qué? Porque no quería que nadie
me hablara...El miedo era superior a mis fuerzas...
Cualquier cosa y era todo el lío para mí...
Dolía sentirse ignorada y sola...
Por eso, ahora que veo a alguien en la misma
situación me acerco a ella y le digo:
-Hola, si quieres puedes venir conmigo.
Porque sé lo que duele sentirse solo, aislado,
rechazado y el centro de todas las burlas.
Nadie se merece eso...